3456-006.jpg Andrew Wyeth Off at Sea, 1972 tempera on panel overall: 85.73 x 85.09 cm (33 3/4 x 33 1/2 in.) Private Collection © Andrew Wyeth

Andrew Wyeth, Off at Sea, 1972, temple sobre tabla, 85.73 x 85.09 cm, Private Collection © Andrew Wyeth

 

Aunque hoy en día ha caído en desuso, el temple es uno de los medios de pintura más antiguos que existen. En últimos tiempos ha sido remplazado por óleos, gouaches, acrílicos y acuarelas prefabricados que las empresas de materiales vendemos, probablemente por la practicidad que nos brinda la posibilidad de apachurrar un tubo y extraer pintura para pintar de forma inmediata. Sin embargo, pese a los avances tecnológicos de la industria de los materiales de pintura, el temple sigue siendo quizá el mejor, más versátil y visualmente atractivo medio de pintura de la historia, no teniendo un sustituto entre los medios actuales, ni comparación en cuanto a los resultados que con él se logran.

La_nascita_di_Venere_(Botticelli)

Botticelli, El nacimiento de Venus, temple sobre tabla.

 

Por lo general, cuando pensamos en pintura al temple, pensamos en obras como la anterior: obras planas sin textura, muy luminosas y hechas a base de veladuras delgadas sobrepuestas. Sin embargo, éste no es el único tipo de resultado que el temple nos permite. Existen muchos tipos de temples: temple de resina, temple de barniceta, temple de aceite, temple de agua, temple de caseína, temple de jabón de cera, entre otros. Lo que une a todos los temples es que utilizan huevo como medio principal, esto hace que los temples tengan la capacidad única de fusionar, a manera de emulsión, agua y aceite, característica que ha hecho del temple una técnica sumamente utilizada a lo largo de los siglos. Gracias a esta capacidad, el temple es un medio ideal para realizar técnicas mixtas, lo que quiere decir que puede ser usado en conjunto con acuarela, gouache, pastel, óleo o barnicetas gruesas de cera tipo encáustica, y todo esto dentro de un mismo cuadro.

Así es, el temple nos permite fundir medios que de otra manera nos sería imposible fundir sin contratiempos sobre un mismo lienzo, lo que nos abre una inmensa cantidad de posibilidades en cuanto a técnicas mixtas y posibilidades visuales se refiere. De hecho, la técnica de óleo como hoy en día la conocemos surgió de un temple de barniceta con exceso de aceite, al cual con los siglos se le anexó aún más aceite, hasta que en el siglo XIX comenzó a usarse el óleo por sí solo, sin anexársele temple -esto gracias al nacimiento de los tubos de presión y al "bum" de la pintura al aire libre.

 

Virgin and Child with Canon van der Paele, c. 1434–36. Groeningemuseum, Bruges. Van Eyck's Marian paintings are suffused with iconographic detail

Jan van Eyck, Virgen del canónigo Van der Paele (1434), óleo sobre tela.

 

Otra de las grandísimas ventajas del temple es su capacidad de acelerar el secado del óleo. Esta característica, que el temple presta al óleo al ser mezclado con él, es especialmente conveniente para aquellos que pintan con impastos gruesos al óleo, o para los que pintan mediante veladuras. Para los primeros, el uso del óleo en combinación con temple permite reducir sobremanera el tiempo de secado de los impastos gruesos. Aquellos impastos de óleo que podrían tardar días o incluso semanas en secar, se secan en algunas pocas horas si a estos se les mezcla con temple, especialmente si a nuestra mezcla de óleo y temple le agregamos también un poco de cargas como carbonatos, caolines, silicios o estereatos, que ayudarán a consolidar los impastos y a acelerar aún más el tiempo de secado de los mismos.

De esta forma es posible trabajar nuestros cuadros al óleo a un ritmo completamente distinto, mucho más veloz y dinámico. Aparte, los impastos al óleo hechos con distintas cantidades de temple y cargas tendrán consistencias diferentes, tiempos de secados diferentes y en general texturas y apariencias distintas, cosa que por sí misma enriquece nuestra paleta de posibilidades pictóricas. Lo único importante a considerar es que a mayor cantidad de temple pongamos, más rápido secará el óleo y menos flexible será cuando lo haga, lo cual hará que surjan craqueladuras en los impastos. Es por esto que es importante no exagerar con la cantidad de temple que utilicemos -a menos que nuestra intensión sea que haya craqueladuras.

 

‘A Woman in Bed’, c. 1645–46, Rembrandt van Rijn (1606–69). Scottish n National Gallery, Edinburgh

Rembrandt van Rijn, Una mujer en la cama, 1645-46, (1606-69), Galería Nacional de Escocia.

 

Gracias al rápido secado que el temple proporciona al óleo, esta forma de trabajo es también ideal para aquellos pintores que basan su sistema de ejecución en el uso de veladuras. Pintar con veladuras exige que tomemos en consideración los tiempos de secado de nuestras pinceladas previas, para posteriormente recubrirlas con veladuras superpuestas. El uso del temple nos permite acelerar el tiempo de secado de las capas inferiores y, por lo tanto, nos otorga la capacidad de sobreponer veladuras con mayor velocidad, agilizando nuestro sistema de trabajo.

 

night-scene-1617 Night Scene - Rubens Peter Paul

Peter Paul Rubens, Escena nocturna, 1617.

 

El uso conjunto de los sistemas de trabajo antes mencionados -el uso de veladuras e impastos en técnica de temple y óleo- fue durante muchos siglos el sistema de trabajo de la gran mayoría de los pintores europeos. Así como el óleo nació como un temple con exceso de aceite, de hecho la técnica de óleo se trabajó durante muchos siglos siempre en conjunto con temple, sin que esto se considerara como una técnica mixta. Las primeras capas de los cuadros solían comenzarse con manos de temple de barniceta delgada y poco a poco se iban engrosando las capas de temple, así como la cantidad de aceite que éstas contenían, hasta terminar con capas gruesas de aceite que contenían cantidades mínimas de temple en ellas, o no contenían temple alguno.

A esta forma de trabajar se le llamaba de magro a grasso y, aunque hoy en día suele ser interpreta sólo como "de delgado a grueso", implica también "de delgado y con poca grasa (magro), a grueso y aceitoso (grasso). Este sistema fue utilizado ampliamente por artistas posteriores a Tiziano, quien fue el primer pintor en usar impastos gruesos de óleo espesado en sus telas. Los artistas que más aprovecharon este sistema de trabajo son los pintores del barroco, tales como Rembrandt, Velazquez y Rubens, entre muchos otros.

 

Andrew Wyeth That Gentleman

Andrew Wyeth, That Gentleman, temple sobre tabla.

 

Para terminar quiero reiterar que distintos temples sirven para distintas cosas, y que no todos pueden ser mezclados con óleo u otros materiales. El tipo de temple que utilicemos dependerá de los demás materiales que queramos utilizar en conjunto con él, o del tipo de resultado visual que deseemos conseguir. Por eso, para que aquellos que aún no lo han hecho puedan comenzar a probar con la técnica de temple y óleo, daré en una próxima publicación la receta del temple de barniceta, que es uno de los ideales para ser trabajados en conjunto con óleo. Así mismo, daré algunos tips prácticos sobre cómo trabajar con este temple en conjunto con óleo, sin mayores contratiempos.