En una publicación anterior hablé de las razones que siguen haciendo de los temples, como el temple de barniceta, las técnicas de pintura más completas que hay, y en efecto, con el temple todo se puede, pero si se sabe de qué forma lograrlo.

El temple, así como es un material fantástico, también es un medio algo temperamental, sobre todo si lo queremos trabajar como a otros medios menos exigentes -como por ejemplo el medio acrílico u óleo convencional. El temple es un medio que requiere de nuestra paciencia para compenetrarnos con el carácter del material, así como conocimiento técnico de los materiales que se usan para complementarlo. Sin embargo, lo principal que necesitamos para controlar al temple es únicamente empezar a practicar, no desesperarnos y analizar el comportamiento del material por sí solo y en conjunto con otros materiales. Al final nos veremos recompensados, ya que, como intenté dejar ver en el texto anterior, es una técnica sin igual.

Ahora lo prometido: la receta del temple de barniceta o temple alemán. El temple de barniceta es ideal para ser trabajado en conjunto con óleo, combinación que nos permite lograr todo aquello de lo que hablé en el texto anterior respecto a los beneficios de la mezcla de óleo y temple.

temple de barniceta

Diego Velázquez, Dios Marte (The God Mars), 179 cm x 95 cm.

La receta tradicional del temple de barniceta es:

  1. Un volumen de yema de huevo (una yema por lo general contiene entre 15 y 17 mL, y su propio volumen determina el volumen de los demás materiales).
  2. Un volumen de barniceta (ya sea barniceta simple, barniceta primma o barniceta primma espesa. No barniceta de cera o barniceta de cera grosso).
  3. Un volumen de agua destilada (puede usarse agua de plancha sin aditivos o agua de lluvia, si se tiene la dicha de vivir lejos de la ciudad).

Utensilios para preparar el temple:

  1. Un tazón. El tazón debe ser de peltre, porcelana o vidrio, preferentemente (una tasa de café puede cumplir perfectamente la función)
  2. Un brochuelo.
  3. Un frasco o cacharro pequeño para contener la clara de huevo momentáneamente.

Pasos a seguir:

  • Primero se debe romper el huevo y separar la clara de la yema, colocando la clara en un tazón y manteniendo la yema en el cascarón. Se debe tener cuidado de no romper la yema al separarle de la clara.
  • Segundo: Se pone la yema, sin la membrana que la recubre, en un tazón. Para quitar la membrana fácilmente se recomienda, una vez separada la clara de la yema, colocar la yema sobre un trozo de papel de baño o papel absorbente, pincharla y verter su contenido en el tazón. De esta forma, la membrana quedará pegada al papel y podremos desecharlo fácilmente sin hacer un batidero. La mitad del cascarón de huevo roto en la que sosteníamos la yema es una buena taza de referencia para medir los volúmenes respectivos de barniceta y agua que nos falta agregar.
  • Se mide aproximadamente el volumen de barniceta en la cáscara de huevo y se coloca junto con la yema en el tazón.
  • Se baten la yema y la barniceta, machacando los ingredientes con el brochuelo. Se debe presionar con las cerdas del brochuelo hasta el fondo del recipiente con fuerza, como si de un mortero se tratara. Esto es imperativo para que la emulsión se logre, pues sólo batir o agitar los ingredientes no logrará la emulsión (el temple) y eso resultaría en problemas, una vez colocada en el soporte. Es por esto que es necesario batir el temple aplastando el brochuelo contra el fondo de nuestro tazón, una y otra vez, hasta que la mezcla sea perfectamente homogénea. El movimiento es similar al que hacemos con una bomba de mano para destapar inodoros. Nota: El brochuelo debe haber sido utilizado únicamente para preparar temple; si se ha usado para pintar, los residuos de color que éste contuviera mancharán al temple.
  • Por último se agrega un volumen de agua destilada y se vuelven a integrar los materiales mediante el mismo proceso de machacado.
  • ¡Ya esta listo nuestro temple, podemos comenzar a pintar! Pero antes debemos guardarlo en un recipiente con tapa, para que no se le evapore ni la trementina de la braniceta, ni el agua. El temple tendrá una vida útil aproximada de una semana, si lo mantenemos en refrigeración. Una vez se eche a perder -huele a huevo podrido cuando esto ocurre- se debe tirar el temple y preparar uno nuevo, pues así ya no es útil para pintar. El frasco en que se echó a perder se debe tirar si es de plástico o hervir si es de vidrio, de lo contrario el siguiente temple que guardemos en él se pudrirá rápidamente. Es conveniente sólo sacar del refrigerador la cantidad de temple que habremos de utilizar, para extender la vida útil del temple el mayor tiempo posible y no desperdiciar nuestros temples por podrirse antes de terminárnoslos.

Andrew Wyeth, Willard Coat, Acuarela y Dry Brush (1968)

Andrew Wyeth, Willard Coat, Acuarela y Dry Brush (1968)

Este temple de barniceta puede ser usado con un solo volumen de agua o hasta con 10 volúmenes; la cantidad de agua depende de lo que se desee pintar. Hay que considerar que a más cantidad de agua tenga el temple de barniceta, menor será su capacidad de anclaje y por lo tanto, menor la cantidad de pigmento que podrá cargar. Usar el temple de barniceta muy diluido es ideal para ciertos tipos de veladuras fluidas, o para ciertas etapas de los cuadros, como los comienzos. La razón es debido a que por la gran cantidad de agua, esa primera mano penetrará fácilmente en la imprimatura y nos permitirá construir a partir de ella con mejores resultados. Otra característica del temple de barniceta con mucha agua es su carácter visual mate. A más agua contenga un temple de barniceta, será más magro y a menos agua contenga, será más graso. Un temple de barniceta magro será mate y un temple de barniceta graso será un poco más lustroso o satinado, dependiendo esto también de la cantidad y el tipo de pigmento -o cargas- que se le agreguen.

También puede ser utilizado este temple de barniceta, diluido con poca agua, o incluso sin diluir. Esto nos permitirá dar pinceladas más gruesas y lustrosas, y es de hecho ésta la manera en que debe utilizarse para ser mezclado con óleo, ya que el agua dificulta un poco la fusión de estos dos medios. Otro elemento importante que facilita la integración entre el temple de barniceta y el óleo son las cargas que se le agreguen a los mismos para realizar los impastos. Se recomienda sólo usar cargas sutiles, como el caolín y el carbonato, en las primeras manos y no ponerle cargas ni muy pesadas ni en mucha cantidad a las mismas, ya que éstas no resistirán, a menos que se les agregue más barniceta u óleo a nuestros impastos. A mayor cantidad de óleo o barniceta, más variedades y cantidad de cargas pueden ser utilizadas.

andrewWyeth-Airborne-Large

Andrew Wyeth, Airborne, temple sobre tabla y Dry brush.

Para usar cargas pesadas en conjunto con el temple de barniceta, en caso de que se quiera utilizar éste como técnica única sin mezclarlo con óleo, habría que agregarle la clara del huevo al mismo temple e integrarle con los demás materiales. De esta forma se tendría la posibilidad de agregar cargas considerablemente más pesadas, como arenas sílicas delgadas, y mayor cantidad de cargas delgadas, como carbonato de calcio o el caolín. Por supuesto, a mayor proporción de pigmento y carga, mayor la proporción que se requiere de temple y menor la cantidad de agua que éste debe tener. Con la clara, la calidad visual del temple cambia y se vuelve ligeramente menos oleosa; si esto representa un problema, se pueden poner veladuras finales sobre las cargas con un temple sin clara.

Si un cuadro se comenzó con un temple hecho con x tipo de barniceta, los temples que se utilicen para continuar el cuadro deben ser de preferencia preparados con el mismo tipo de barniceta, o barnicetas más gruesas conforme se avance hacia las capas superiores. Nunca debe continuarse con barnicetas más delgadas, porque las capas de pintura podrían tener problemas, a causa de las variables en los tiempos de secado.

Si tienen alguna duda respecto al uso de este temple, o respecto a su combinación con óleo, no duden en dejarnos un comentario.