Hay algunas indicaciones esenciales para tensar de forma correcta un lienzo sobre un bastidor de pintura, mismas que no sólo se limitan a conseguir que nuestros bastidores queden perfectamente lisos y tensos. Un aspecto que no siempre se considera es que al entelar deberíamos poder garantizar que la obra que realicemos sobre la tela tenga una vida más larga y que ésta sea más fácil de conservar.

En realidad, estas recomendaciones no son ningún secreto. El problema es que hoy en día muchos no les dan la importancia que deberían o los ignoran. El alto consumo de bastidores prefabricados ha traído como consecuencia que no sepamos qué implica hacerlos bien nosotros mismos. Por lo mismo cometemos errores al hacerlos que, aunque en un principio no son visibles, a la larga traerán problemas irrevocables a la obra.

Esta publicación está pensada para dos cosas: para ayudarnos a saber qué características buscar en un bastidor prefabricado y para indicarnos aspectos esenciales que debemos considerar a la hora de entelar nuestros bastidores por nuestra cuenta.

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La importancia de entelar correctamente

Hay muchos tutoriales en internet sobre cómo entelar un bastidor para pintar, la mayoría de los cuales se enfoca en como hacer que la tela quede bien tensa. Sin embargo, esto no es lo único que hay que considerar. Hay otros detalles que a la larga juegan un papel de suma importancia para el destino de nuestra pintura. Estos detalles, más que tener que ver únicamente con la tensión de la tela, están relacionados con el acomodo de la misma y la manera en que ésta fue tensada.

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Maneras de tensar un bastidor

Existen distintas formas de tensar un bastidor. Dependiendo del tamaño del bastidor, de si el lienzo esta imprimado o sin imprimar e incluso de si ya se ha trabajado sobre el lienzo, según cada caso convienen unos u otros de estos diferentes sistemas. El sistema más conveniente también depende de las preferencias personales de quien entela el bastidor, por supuesto.

Sin embargo, para cualquier caso hay aspectos que deben ser tomados en cuenta, independientemente de si se utiliza un sistema u otro. Es por esto que digo que es importante considerar de qué forma tensamos nuestra tela. Más allá del método de nuestra predilección, lo relevante son los pequeños detalles que podemos pasar por alto, ya sea:

  1. El acomodo correcto de la tela.
  2. Mantener tensión idéntica a lo largo del bastidor.

Problemas que puede traer un mal entelado a una pintura sobre lienzo

Antes de hablar de los detalles a tomar en cuenta al entelar un bastidor, me parece importante profundizar en por qué es importante considerarlos y qué ocurre en caso de no hacerlo.

Al entelar un bastidor y luego imprimarlo con gesso acrílico, los errores cometidos durante el entelado no afectarán de inmediato el cuadro. El mayor conflicto visible que podemos tener es que la tensión del lienzo no haya sido suficiente y que por ello la tela se cuelgue, pero de ahí no pasará.

En cambio, cuando entelamos e imprimamos un bastidor con medios tradicionales, los errores que cometamos al hacerlo serán inmediatamente visibles tras imprimar. Si nuestro bastidor fue mal tensado, la imprimatura de media creta, la creta o imprimatura de aceite, rápidamente se craquelarán. Estas grietas pueden ser señales de que imprimamos mal (la cual es otra historia que no se tratará en este momento) y -muy probablemente- de que tensamos mal.

El gesso acrílico es un material más flexible que la cola de conejo y el aceite. Al usarlo para imprimar nuestros lienzos no tendrán complicaciones de inmediato, aún si fueron mal enteladas. Pero con el paso de las años, conforme el gesso acrílico pierda flexibilidad, todos nuestros errores estructurales se volverán visibles. Nuestros lienzos se craquelarán debido a la tensión irregular y la conservación de los mismos será difícil.

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El acomodo correcto de la tela

Uno de los aspectos más simples e importantes que debemos considerar al entelar o comprar un bastidor entelado es el acomodo de la tela. Aunque sin duda se trata de algo muy simple, seguido llega a fallar. Lo que hay que hacer es simplemente corroborar que la trama y la urdimbre de la tela coincida con las barras que forman el bastidor.

En la imagen anterior podemos ver bastidores de lino pequeños que fueron entelados de forma incorrecta. Si ponemos atención, veremos que la trama y la urdimbre del lino utilizado no coincide con los bordes del bastidor. Como consecuencia, esto hará que al sisar o imprimar el bastidor la tensión sea dispareja y traiga problemas posteriores a la obra.

La trama y la urdimbre de la tela en un bastidor bien entelado coincidirá con precisión con los bordes del bastidor. En la siguiente imagen podemos ver un bastidor entelado en el que coincide la trama y la urdimbre de su tela con los bordes. Si la trama y la urdimbre coincide con los bordes cuando imprimemos, la tensión será uniforme.

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Mantener tensión idéntica a lo largo del bastidor

Lo primero es corroborar que la tela esté bien acomodada en relación a nuestro bastidor. Sin embargo,de nada servirá un acomodo perfecto si al tensar la tela se ejerce mayor fuerza en unas zonas que en otras. En este punto es de suma importancia seguir correctamente un sistema de tensado del tipo del que se muestra en la siguiente imagen. Existe gran cantidad de tutoriales en internet sobre los pasos esenciales para tensar un lienzo. Es importante seguirlos correctamente -y por correctamente me refiero a en orden-.

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A parte de seguir los pasos en orden, es esencial corroborar que estamos ejerciendo la misma tensión a lo largo del lienzo conforme tensamos. Si comenzamos a jalar de más en algunos puntos, y en otros de menos, la trama y la urdimbre de nuestra tela se desalineará. Si esto ocurre, cuando imprimemos la tensión del lienzo será dispareja y esto, aunque no traiga problemas inmediatos, eventualmente comprometerá la obra.

Muchos pintores jalan mucho sus lienzos al estirarlos sobre un bastidor. Esto lo hacen para asegurarse de que una vez imprimados queden bien tensos y listos para ser pintados. La realidad es que no debería ser necesaria excesiva fuerza a la hora de entelar un bastidor. Por supuesto, la fuerza depende del tamaño del lienzo, pero nunca debería jalarse tanto como para deformar la tela y desalinearla irremediablemente. En realidad, el papel más importante para conseguir la tensión ideal no lo posee nuestra fuerza sino la imprimatura.

El papel de la imprimatura para tensar un bastidor correctamente

Hoy en día a la imprimatura se le dice gesso de manera generalizada. Ésta está conformada tradicionalmente por cola de conejo, carbonato de calcio, pigmento blanco y, para técnicas al óleo, lleva también aceite. En el gesso contemporáneo común, la cola de conejo y el aceite se sustituyen con acrílico. Este cambio de aglutinante obliga a muchos pintores a tensar de más sus cuadros, lo cual implica el surgimiento de problemas posteriores.

Utilizar cola de conejo para sisar o imprimar tiene una gran ventaja sobre el acrílico. La cola de conejo se contrae más que el acrílico al secar, produciendo mayor tensión en los lienzos preparados con ella. Esto permite que no sea necesario tensar de más la tela al colocarla en el lienzo y, por lo tanto, que sea posible cuidar mejor el alineamiento de la misma.

El acrílico, por su parte, se contrae mucho menos y es por lo mismo que exige que se tense más la tela sobre el bastidor con las pinzas. Como ya se expuso, si no se pone atención a lo que hemos hablado en esta publicación, vendrán complicaciones. Las complicaciones en cuestión no serán visibles inmediatamente, pero con los años y conforme la película acrílica envejezca y pierda flexibilidad se volverán obvios. Es también importante por eso el considerar tener pinzas adecuadas para tensar la tela y para el tamaño de nuestro bastidor. Y, especialmente, no jalar de más y mantener la tela correctamente alineada, evitando una mayor tensión en unas zonas que en otras.

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