En este texto analizaremos cómo se trabaja la técnica de encausto en frío tanto de forma figurativa como abstracta.

Analizaremos:

  • Cómo y en qué proporción se mezcla el encausto con pigmento.
  • Cómo y con qué se aplica el encausto.
  • Qué diferencias existen entre el encausto suave y el encausto duro.
  • Cargas y otros materiales que se emplean dentro de la técnica de encausto.

Al final del texto colocaremos enlaces a textos donde encontrarás (en un futuro) temas complementarios como:

  • Imprimaturas ideales para la técnica de encausto.
  • Con qué otras técnicas puede mezclarse el encausto.

Breve historia de la técnica de encausto

La técnica de encausto, o encáustica, es una técnica milenaria redescubierta a principios del siglo XX. Algunas de las pinturas más famosas realizadas en esta técnica son los retratos mortuorios del Fayum, que han fascinado a gran cantidad de pintores a través de los siglos, tanto por su calidad figurativa como por su técnica única.

Si bien en la actualidad la técnica de encausto es principalmente utilizada por pintores abstractos, los retratos del Fayum nos permiten ver que la precisión figurativa de los pintores previos a la Edad Media, que utilizaban esta técnica, era altísima. Estos retratos nos dejan percibir un poco del gran dominio técnico de antaño y de su forma de pintar, permitiéndonos reconocer cómo se transformó por completo el arte a la llegada del oscurantismo medieval, subordinándolo a la ideología de un sector de la población: el clero.

Durante el Renacimiento, la existencia de los retratos del Fayum fue recuperada por distintos pintores. Entre éstos se encontraba Leonardo da Vinci, quién intentó reproducir la técnica de encausto, sin éxito. Se sabe que pintó murales con la misma y que al intentar cauterizarla con calderas ardientes, la pintura lloró de las paredes. Da Vinci no fue el único que intentó reproducir la técnica de encáustica sin éxito; hubieron varios intentos. A principios del siglo XX la técnica fue redescubierta por Diego Rivera, para ser utilizada a partir de ahí, por una gran cantidad de pintores.

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Retrato de Joven, Encaustica sobre tabla, 125 - 150 A.D.

Aspectos básicos a considerar para pintar con encausto

Soporte

Lo primero a considera para pintar con encausto es el soporte a utilizar. La encáustica requiere que utilicemos un soporte rígido, preferentemente de madera, aunque también puede trabajarse sobre muro o metal si estos son preparados adecuadamente (en este texto solo hablaré de madera). Este puede ser triplay o mejor aún, tablón de madera ya sea imprimado o sin imprimar. 

Para pintura figurativa muy precisa, lo ideal es que nuestro soporte esté imprimado, esto mejorará considerablemente la absorción del soporte y nos permitirá mayor control sobre el resultado de nuestra obra. La imprimatura ideal para encáustica es la imprimatura de caseína.

Si no se emplea una imprimatura, lo mejor es texturizar nuestro soporte arañando con una lija gruesa de metal. La textura que logremos le permitirá al encausto anclarse sobre la base, extendiendo la vida de la obra dramáticamente.

No es recomendable trabajar con encáustica sobre conglomerados, ya que la vida del pegamento aplicado en los mismos es mucho menor a la del encausto, lo mismo ocurre con cartones. Tampoco es adecuado trabajar sobre soportes blandos, la vibración de los mismos puede hacer que se desprenda del soporte conforme la misma se endurece.

Herramientas para trabajar la encáustica en frío y tipos de encausto: blando-duro

El encausto es un material denso, razón por la que es difícil trabajar con pincel. Esto hace que las herramientas ideales para trabajarlo sean las espátulas, cualquier tipo de espátula puede emplearse en esta técnica. Sin embargo, existen formas de acondicionar el encausto para que también se pueda trabajar con pinceles. Lo qué se debe hacer para conseguirlo, es agregar a este una mayor cantidad de trementina.

La trementina es el solvente ideal para la encáustica. Este lo adelgaza sin dañar sus propiedades de anclaje o permanencia. Un encausto con mayor cantidad de trementina es conocido como encausto blando. Un encausto con menor cantidad de trementina se considera como encausto duro.

Nota: Es muy importante que al trabajar con trementina se haga en un lugar suficientemente ventilado. El contacto no responsable con la misma, puede causar alergia a ella a mediano y largo plazo. Con desarrollar alergia quiere decir, que no se podrá seguir pintando con encausto en frío. No importa que el olor no te moleste, no se trata del olor, se trata de que no la respires. Eso implica trabajar con mucha ventilación sin dejar botes de trementina, encausto o barnices destapados. Si se trabaja con las precauciones adecuadas, no hay por qué tener problemas con ella. Todo lo que tenga trementina debe estar constantemente tapado. En caso del encausto toma solo la porción que vas a utilizar al momento de mezclar con pigmento. No dejes mucho medio en tu paleta, ni botes destapados mientras mezclas y pintas.

El encausto blando permite mezclar este medio con pigmento sin mayor esfuerzo, además de aplicarlo con suma presición. Sin embargo debido a que tiene más trementina, lo que pintemos tardará más tiempo en secar, antes de que pueda ser sopleteado y cauterizado. Los pinceles ideales para trabajar el medio de encáustica blando son los pinceles de cerda, los mismos que se utilizan para aplicar el óleo de manera densa a manera de impasto.

Pigmentos para encáustica

Existe una gran cantidad de pigmentos para encausto. Lo importante al escogerlos es que sean resistentes a la temperatura del soplete o pistola de calor con el qué se cauteriza la encáustica, cosa que muchos pigmentos artísticos pueden hacer.

Respecto a la proporción de pigmento con el medio de encaustica varía, depende del tipo de pigmento y la capacidad de tinción del mismo.

Para pigmentar de forma uniforme y cubriente, se debe contar con pigmentos de alta capacidad de tinción como un fthalocianina; por ejemplo, puede ser suficiente un 1/4 de volumen en proporción a la cantidad de medio utilizada. En este caso un volumen equivale a la cantidad de medio de encausto que queramos usar.

Con pigmentos de menor capacidad de tinción será necesaria una proporción mayor, por ejemplo: medio volumen o incluso partes casi iguales de pigmento y medio, ya sea el caso de un pigmento como el ochre light u otro con mínima tinción.

Las cargas y su uso en la encáustica

Las cargas son un material esencial para trabajar con esta técnica y tienen múltiples funciones. El primer punto en el que entran es en la imprimatura, ya que ayudan al medio a adherirse al soporte.

El segundo lugar en el qué son importantes, es al ser mezcladas con el encausto. Se aplican para dar estructura al medio, permitiendo mejor predecir el movimiento del mismo cuando se sopletea y también mejorando el tiempo de secado del encausto sobre el soporte.

Las cargas ideales para encausto son:

  • Carbonato.
  • Caolín.

En el caso de la sílice, no es una carga ideal puesto que se derrite con el soplete a la hora de cauterizar. El uso indicado de la sílice en esta técnica, es el de ayudar a vidriar la obra durante el proceso de cauterización.

Cómo trabajar pintura figurativa con encáustica

Existen muchas formas de trabajar la técnica de encausto. Como ya se mencionó muchos prefieren usar este material en pintura abstracta o semifigurativa, debido a que sus características pueden dificultar la ejecución de trabajos de alta precisión. Esto ocurre por distintas razones:

En primer lugar, el encausto en frío es un material tan denso que no necesariamente es ideal para hacer detalles delicados. Al ser pastoso cuesta trabajarlo con pincel, por lo mismo es preferible usar espátulas para manejarlo.

El segundo aspecto que dificulta lograr alta precisión, es que ésta requiere ser cauterizada con calor. Esto quiere decir que los cuadros con esta técnica deben ser sopleteados o cauterizados al final con pistolas de calor industrial. De no tomarse en consideración este paso, el encausto -entre otras cosas- no penetrará en el soporte. Esto ocasionará que con el tiempo, conforme se endurezca la película de cera, ésta se separará del soporte.

Sin embargo, es posible que esto no sea el mayor problema para la pintura figurativa en encausto. El conflicto está en que al sopletear el encausto, éste tiende a perder un poco su forma y, con ella, la precisión inicial pretendida. El calor hace que el encausto se reblandezca, de tal manera que la apariencia final del cuadro cambie un poco. Por suerte, si consideramos ciertos aspectos clave, podemos remediar o atenuar esta circunstancia. A continuación, los puntos a considerar.

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Icono en encaustica del siglo 6, extraido del Convento de Santa Catarina, Egipto.

El encausto figurativo

El primer problema que presenta el encausto para la pintura figurativa, es su gran densidad y puede solucionarse de dos formas. La primera es adelgazarlo con trementina para volverlo fluido. Al igual que el óleo, la encáustica tiene la capacidad de ser afinado con solvente, siendo la trementina el ideal. Por supuesto, es importante no usar tanta trementina que la cantidad de cera en la solución, esta debe ser casi inexistente. Tampoco hay olvidar que el material encargado de pegar el pigmento al soporte es la cera, y no el solvente, por lo que la trementina se debe usar moderadamente. Sin embargo, como ya se mencionó, esto es un buen remedio para solucionar el exceso de densidad del encausto.

Otra forma de resolver este problema es calentando el encausto antes de usarlo. De tal manera que la cera se volverá fluida y podremos trabajarla con pincel sin mayor conflicto. Existen distintas formas de calentar el encausto mientras es empleado. Quizá la más sencilla sea preparar previamente nuestros colores de encausto en recipientes de metal o peltre que puedan calentarse. Así podremos colocarlos en una parrilla en la cual mantengamos fuego bajo pero constante, manteniendo así la fluidez de nuestras pinturas. En caso de que no tengamos una parrilla especial, se pueden colocar los mismos recipientes de metal con la encáustica, en una palangana extendida con agua y mantenerlos calientes a baño maría.

Para utilizar el encausto caliente es importante reducir la cantidad de trementina en el medio y calentar pequeñas cantidades de encáustica a la vez con cuidado.

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La momia de Demetrio, 95-100 C.E.,11.600a-b, Brooklyn Museum

Problemas del encausto fluido

Si bien volver fluida la encáustica puede hacer que trabajarla sea más fácil, puede traernos algunas complicaciones a la hora de sopletear. Cuando hacemos esto el encausto tiende a penetrarse en la superficie del soporte, por lo que las capas muy delgadas pueden llegar a desaparecer. Es por esto que usar el encausto demasiado fluido puede traernos problemas. Pero lo cierto es que esto no es irremediable; puede solucionarse colocando una capa previa de encausto delgado antes de comenzar a trabajar. De esta forma, saturaremos la superficie de nuestro soporte y éste no se tragará todas las capas superiores de pintura que coloquemos.

Es importante considerar la absorción de nuestro soporte previamente a trabajar, ya que algunos soportes absorben más que otros y por tanto requerirán una capa previa de mayor o menor densidad. También es primordial no exceder la cantidad de encausto en la primera, de lo contrario, a la hora de sopletear podría perder su forma aquello qué pintemos.

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Momia con retrato de joven sobre panel insertado, Periodo Romano, A.D. 80–100, Egipto, Fayum, Hawara, Encaustica sobre madera de tilo,restos humanos, lino, material para momificación, momia: l. 169 cm (66 9/16 in); w. 45 cm (17 11/16 in); panel: l. 38.1 cm (15 in); w. 18 cm (7 1/16 in)

El impasto en pintura de encausto

Otro problema que presenta la encáustica al ser sopleteada es que con calor tiende a reblandecerse y a extenderse sobre el soporte, de la misma forma que la cera. La forma de solucionar esto es agregando cargas al encausto mientras se está trabajando. Esto quiere decir aumentarle la cantidad de pigmento al encausto o agregarle materiales de carga como carbonato o caolín. Por una parte, la carga extra aumentará la densidad del encausto, esto hace que no se mueva tanto al exponerse al calor. Además, generará en él una especie de sensación de fraguado que también le dará solidez. Por último, le ayudará a secar mucho más rápido. Este último punto es quizá el más importante del uso de cargas extra en la pintura de encausto, ya que a menor sea el tiempo de secado del medio, menos se moverá la pintura al sopletearlo.

Por supuesto y como imaginarán, agregar carga extra a la encáustica tiene sus consecuencias. Al volverse menos fluido y un poco más denso, éste se vuelve un material más tosco, haciendo un poco más difícil el trabajo delicado. No obstante, adquiere un carácter visual bastante interesante, típico de la pintura de encausto.

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Retrato del Fayyum, Carlsberg Glyptotek, Copenaghen, Danimarca

Dejarlo secar

Un último consejo para que lo qué pintemos con encáustica conserve su forma, es dejarlo secar el tiempo suficiente. En gran medida, lo que causa que la pintura de encausto pierda su forma al ser sopleteada es el exceso de trementina. Si dejamos que ésta se evapore por suficiente tiempo antes de sopletearlo, reduciremos la deformación resultante. Lo ideal es dejar secar el encausto por mínimo un mes antes de sopletearlo, para que se le evapore completamente la trementina y se endurezca. Por supuesto, una pintura de encausto delgada puede requerir menos tiempo, mientras que la gruesa siempre necesitará una cantidad de tiempo mayor.

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Momia con retrato de joven sobre panel insertado, ca. A.D. 80–100. Encaustica sobre madera de tilo; Momia: 169 x 45 cm (57 1/8 x 17 3/4 in.)

Información sobre los componentes del encausto.

La encáustica se prepara a base de cera, solvente y resinas. La cera es el medio principal, aquel que pega los pigmentos a la superficie del soporte. El solvente adelgaza la cera, a su vez le permite fundirse con las resinas. Por último, las resinas son las que le dan dureza a la cera y le permiten consolidarse después de secar.

La cera por sí misma es un material que no seca. Si realizamos un cuadro con pura cera y lo colocamos en un lugar muy cálido, éste va a escurrir. Esto ocurrirá así pasen 10, 20 ó 100 años; incluso más, puesto que la cera tarda muchísimo tiempo en petrificarse. Por eso son esenciales las resinas para realizar encausto, debido a que éstas le darán la dureza necesaria y capacidad de pegado que requiere. Es importante que las resinas empleadas para realizar la encáustica sean las correctas. Resinas muy débiles no le darán la dureza suficiente, trayendo a la larga problemas a las capas de pintura. Las resinas que empleaba Diego Rivera para realizar su encausto eran resina damar y copal de pino mexicano. Hasta la fecha, estos componentes siguen siendo las resinas ideales para prepararlo.

Otros aspectos de suma importancia para la preparación de encausto son la condición de la cera y el tipo de solvente. El tipo de cera ideal para encausto debe estar completamente libre de miel y no debe tener mezclada ni la mínima cantidad de parafina. La miel no permitirá que seque nunca y la parafina hará que se craquele fácilmente, implicando problemas para lo que se pinte con cualquiera de las dos. Por otra parte, el solvente debe ser de origen orgánico; idealmente, trementina. Los solventes derivados del petróleo traerán a la cera condiciones similares a la parafina, reduciendo su flexibilidad y, por lo tanto, su tiempo de vida.

Siempre es importante considerar las características de los componentes del encausto a la hora de estarlo trabajando. Si lo piensan, lo que este texto ha intentado mostrar es que muchos de los aspectos técnicos a considerar a la hora de trabajar con este material son sólo cuestiones lógicas, relacionadas con las características de sus componentes.

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