Juan Manuel de la Rosa nos ofrece una muestra de su genio en su recien inaugurada exposición "El desierto de la sal", conformada por aproximadamente 20 piezas entre pinturas, esculturas y obras sobre papel hecho a mano.

Como artista sensible, Juan Manuel de la Rosa se atiene ahora a las íntimas fibras del papel. Ese fieltro vegetal que amamos todos, como si fuera nuestra pulpa del alma; porque sobre ella escribimos, dibujamos, con plumas y lápiz, o diluimos colores mediante los artificios de aguada o acuarela…

Pero he aquí que el papel se presta a nuevas invenciones. Puede ser disuelto y machacado, para prestarse a la escultura. O ser simplemente doblado o desdoblado, o perfilado con tijeras, para otorgarnos inéditos regocijos. A pesar de todas las humillaciones debidas a la imprenta y aún a pesar de ser moneda en nuestros días, el papel, como toda creación del espíritu profundo, es capaz de recobrarse, como materia viva, cuando se le trabaja a mano. Y entonces resulta del mayor interés, ahora mismo, cuando Juan Manuel de la Rosa pone sus manos espirituales sobre la materia del papel, para dejar en ella su impronta: esta firma de artista.

– Juan José Arreola

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